MªNieves: La Tregua de Navidad
En la reseña de hoy, me gustaría comentar un hecho de bondad y humanidad que aconteció en la Nochebuena de 1914 en Ypres, Bélgica durante la Primera Guerra Mundial.
Esta guerra, conocida como la Gran Guerra porque fue una de las más sanguinarias hasta el momento duró desde 1914 hasta 1918 y en ella se enfrentaban dos bandos, por una parte la Triple Entente que la formaban Francia, Reino Unido y Rusia y por la otra la Triple Alianza formada por Alemania, Italia y el Imperio Austro-Húngaro.
Al comienzo de esta guerra los combatientes por la gran propaganda de persuasión a favor de esta guerra y de alistarse en ella para los jóvenes combatientes, pensaron que su duración iba a ser breve, y no se esperaban la crueldad ni la hostilidad que les esperaría en el campo de batalla, además cabe destacar que muchos de los soldados eran chicos jóvenes a los que en un primer momento les aseguraron que la guerra sería una cosa de meses y que podrían celebrar las navidades con sus familias, pero esto no fue así, y a 24 de diciembre de 1914 en las trincheras de Ypres, en Bélgica, a pocos metros, concretamente 36, se encontraban separadas las trincheras alemanas de las británicas.
En la Nochebuena, los alemanes comenzaron a cantar villancicos y a celebrar las fiestas, este hecho sorprendió enormemente a los ingleses. En la mañana de Navidad, un alemán propuso una tregua y el otro bando aceptó con algo de reticencia por miedo a caer en una trampa, pero lejos de ser así, y en contra de los deseos de los altos cargos de ambos bandos, los soldados de ambos ejércitos confraternizaron, compartieron experiencias, risas, provisiones, fotos de sus familias y hasta jugaron un partido de fútbol; durante toda la jornada del día de Navidad y en medio del horror de la guerra, dejaron de escucharse disparos y se respiraba felicidad.
Lamentablemente al día siguiente todo volvió a la normalidad y tuvieron que volver a enfrentarse, pero ya con una mayor tristeza debido a que habían comprendido que cuando hablaban del "enemigo", estaban refiriéndose en verdad a jóvenes parecidos a ellos, con sueños, aspiraciones y una familia que esperaba con ansias su regreso a su hogar.
Personalmente, yo no conocía este suceso, y cuando indagué sobre él, me emocionó mucho y sentí el impulso de compartirlo para que más gente conozca este bonito hecho que sucedió en medio de una horrible situación.
Seguí investigando sobre ello, y he hallado cómo soldados de ambos bandos escribieron muy emocionados reseñas al respecto; y en 2008, descendientes de aquellos soldados se reunieron en este mismo lugar para conmemorar este emotivo acontecimiento dejando ver que hasta en medio de los peores momentos, debe reinar el amor y la humanidad.
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