Acueducto de Segovia, Inés Díaz

Este fin de semana he ido a pasar un día a Segovia, me pareció muy curioso y me gustaría compartir algunas curiosidades del acueducto. 

El Acueducto de Segovia fue construido durante la época romana, para algunos historiadores data de la segunda mitad siglo I, la época de la dinastía Flavia, a ésta pertenecían Vespasiano, Tito y Domiciano. Mientras que otros lo sitúan a principios del siglo II, durante el mandato de Trajano.

El origen etimológico de la palabra es, naturalmente, de raíces latinas: "aquae" que significa agua, y "ductus" que se traduce como conducción.

Su propósito principal era abastecer de agua a la ciudad desde la Sierra de Guadarrama, situada a unos 17 kilóm
etros al oeste de Segovia. El acueducto conducía el agua desde manantiales cercanos hasta el núcleo urbano. Se estima que tenía la capacidad de transportar entre 20 y 30 litros por segundo, lo que podría satisfacer las necesidades de alrededor de 20,000 personas, aunque en el momento de su construcción, Segovia contaba únicamente con varios centenares de habitantes.

El embalse del Acueducto se encuentra en el manantial de la Fuenfría, aproximadamente a 15 kilómetros del monumento, en la Sierra de Guadarrama. Es relevante señalar que el Acueducto continúa su recorrido bajo tierra, y el canal subterráneo era conocido en la época como "la Madre del Agua", encargándose de distribuir el agua por la ciudad.

Unos datos que me parecieron impactantes son: aunque el trazado original supera los 16 kilómetros, actualmente el Acueducto tiene 800 metros en total; su altura varía, pero en el punto más alto supera los 28 metros; el Acueducto tiene un total de 167 arcos, 79 y 44 dobles; por último, está construido con más de 20.000 sillares de granito y está construido sin argamasa, es decir, piedra sobre piedra.

Detrás de todo esto, existe una leyenda que narra la creación del Acueducto. Según cuentan, una joven segoviana, cansada de ir en busca de agua en las afueras, pensó que le vendería su alma al diablo para que el agua llegara directamente a la ciudad. Y así fue, Satanás aceptó el trato y comenzó su tarea de inmediato. Sin embargo, la joven, arrepentida, pasó la noche rezando y pidiendo a Dios que el demonio no pudiera completar la obra a tiempo, de modo que no se llevara su alma. Al día siguiente, los ayudantes de Lucifer estaban a punto de celebrar su éxito, pero el sol salió justo antes de que colocaran la última piedra. De esta manera, la joven segoviana conservó su alma y logró que el agua llegara a Segovia. Haciendo referencia a esta leyenda, se colocó una estatua al lado del Acueducto.





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